JULIO 6, 2017 por HARVEY HAHN, MD, FACC
Michael Slepian es profesor en la Columbia Business School y está interesado en el impacto de guardar secretos. En un estudio que se publicará próximamente en el Journal of Personality and Social Psychology, informa sobre los hallazgos de una encuesta realizada a 1,000 personas.
Los investigadores no solo preguntaron qué tipos de secretos guardaban las personas, sino también con qué frecuencia pensaban en ellos. Entonces, ¿qué encontraron?
- La persona promedio tenía trece secretos.
- Nunca habían revelado cinco de esos trece secretos a nadie.
- El secreto más común en general implicaba mentiras simples.
- El secreto más común que nunca habían contado a nadie involucraba “pensamientos extra-relacionales” que habían tenido sobre alguien que no era su pareja actual.
- Un hallazgo interesante fue que, en comparación con estudios anteriores, no había correlación entre guardar secretos y la salud. Lo que sí importaba era con qué frecuencia pensaban en el secreto. Si el secreto no les molestaba, no había impacto. Por otro lado, si pensaban en el secreto a menudo y asociaban pensamientos negativos con él, su salud se veía afectada negativamente.
Especialmente perjudiciales eran los secretos que hacían sentir a las personas falsas o inauténticas. Cuanto más sentían que estaban reprimiendo su verdadero yo, peor era su sensación de bienestar. Esto concuerda con los estudios sobre el estrés percibido que muestran que si sientes que el estrés está afectando tu vida, ¡lo está haciendo!
Entonces, ¿qué puedes hacer al respecto? Una manera es liberar el estrés que tu secreto causa. En otras palabras, cuenta tu secreto. Por supuesto, tendrías que hacerlo con una persona en quien confíes. Personalmente, como cristiano, este es un área en la que me siento en paz porque puedo confesar mis secretos a Dios en oración. ¿Está un secreto impidiéndote tener paz? Simplemente ora al respecto.
1 Para tomar la encuesta y ver cómo te comparas con los otros participantes, visita http://www.keepingsecrets.org/.
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Harvey Hahn, MD, FACC

El Dr. Hahn se graduó de la Universidad de Loma Linda en 1994. Actualmente, es el Director del Programa de Formación en Cardiología en el Kettering Medical Center en Kettering, Ohio.
Este artículo se reproduce con permiso. Originalmente fue publicado en Life and Health Network y puede consultarse en su página web: www.lifeandhealth.org